La investigación
The Store Project
2019-2022
La filtración masiva de Forbidden Stories reveló que la mina contaminó el lago de Izabal, que el desfogue de sedimentos producto del procesamiento de tierras alcanzaron el lago y fue evidente debido al cambio de color del agua. Aun así, la minera buscó disfrazar la presencia de metales en las muestras de agua y elaboró informes en donde culpó de la contaminación del lago a la población Q’eqchi’ por derramar aguas negras.
Todo inició en 2017, con una mancha, un balazo y una muerte, la del pescador Carlos Maaz. Maaz, junto a un grupo de pobladores de El Estor, Izabal, protestó en contra de la contaminación del lago de Izabal, que era su medio de subsistencia. Los manifestantes vieron llegar a los contingentes de la policía armados de pies a cabeza, quienes utilizaron la fuerza y la violencia excesiva frente a un grupo de personas desarmadas que solo ejercían su derecho a protestar. El asesinato del pescador fue el ápice de una investigación que se ha ido solidificando a lo largo de cinco años de cobertura y que, hoy, corona en la entrega de Mining Secrets. Una serie de textos y pruebas documentales que han puesto al descubierto las maniobras de una minera controlada por rusos, que busca apropiarse de El Estor a costa de todo.
Varios gobiernos de Guatemala han permitido la operación ilegal de la mina de níquel en El Estor, Izabal. Esta investigación demuestra que los conglomerados rusos contaron con los gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, quienes facilitaron el desmantelamiento institucional y la regresión autoritaria tras la salida de CICIG del país, para crear mecanismos de corrupción, acoso y represión que han servido a la mina para funcionar de forma ilegal, manipular una consulta comunitaria, no dar cuentas por la contaminación ambiental e, incluso, cometer crímenes para garantizar el éxito de su operación.
Dos militares guatemaltecos implementan tácticas de inteligencia en contra de quienes se oponen a la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN-Pronico), ubicada en El Estor, Izabal. Desde sus oficinas, dirigen acciones de espionaje, seguimiento y criminalización en contra de líderes comunitarios, concejos ancestrales y la prensa local. Para este gigante minero, la difusión de rumores, la compra de líderes comunitarios, el financiamiento a la policía, y la fabricación de pruebas falsas, es un cúmulo que forma parte del gran plan: mantener funcionando al proyecto Fénix.
El Estor es un municipio indígena ubicado a unos 320 kilómetros de la ciudad capital de Guatemala, donde opera la licencia minera Fénix. En una filtración de documentos internos de las empresas que operan la mina, Solway -ruso-suiza- y su subsidiaria la Compañía Procesadora de Níquel de Izabal (Pronico), al alcalde actual se le describe como una persona cuya motivación es el dinero, con un discurso a favor del desarrollo, la inversión privada y neutral en el tema minero.
La mina también se relacionó con el cartel de Los Mendoza, uno de los más grandes y violentos de Guatemala. Documentos prueban que la compañía otorgó al menos 7 contratos a una de las empresas del clan.
Al menos cuatro empresas europeas que compran el níquel extraído de El Estor, Izabal, han pedido explicaciones o han mostrado preocupación por los señalamientos de violaciones a los Derechos Humanos y sobornos que involucran a la mina ruso-Suiza de Solway y al gobierno de Guatemala. Una de las compañías compradoras ha suspendido temporalmente sus operaciones con Solway.
El pueblo Q’eqchi’ ha visto llegar a varias hordas de colonizadores a sus tierras ancestrales que circundan el Lago de Izabal, lugar sagrado. Llegaron españoles, ingleses, belgas, estadounidenses, atraídos todos por las riquezas agrícolas y minerales de las montañas. Los rusos de la mina en El Estor son los más recientes. Todos los han querido conquistar con violencia, pero los Q’eqchi’ han resistido a pesar del miedo. Esta es una crónica que reúne varias voces de esa resistencia.